¿En qué consiste?
Son estudios dirigidos a estudiar las presencia de anticuerpos antieritrocitarios (anticuerpos que se fijan a los glóbulos rojos) y su significado patológico. Es un tipo de análisis especial de sangre. Para el paciente sólo supone la extracción de una muestra de sangre.
De manera natural nuestro sistema inmune puede crear anticuerpos contra sustancias que no considera propias como un mecanismo de defensa. A veces dichas sustancias pueden estar presentes en glóbulos rojos que sean ajenos a nuestro cuerpo. Existen dos situaciones en las que podemos estar en contacto con glóbulos rojos no producidos por nosotros mismos:
- Transfusiones: Si recibimos una transfusión sin duda estaremos en contacto con glóbulos rojos ajenos a nuestro organismo.
- Embarazos: Las mujeres embarazadas pueden en algún momento del embarazo o el parto, estar en contacto con los glóbulos rojos de su hijo que van a tener algunas sustancias heredadas de su padre y por tanto “extrañas” para el sistema inmune de la madre.
Además de las situaciones anteriores en las que nuestro sistema inmune de una manera fisiológica y normal puede desarrollar anticuerpos antieritrocitarios, existen también diversas situaciones en las que podemos desarrollar anticuerpos contra nuestros propios glóbulos rojos. Es decir autoanticuerpos. Estos anticuerpos frecuentemente son un hallazgo curioso de laboratorio sin producir enfermedad, pero, en ocasiones, sí pueden producir una anemia porque dichos anticuerpos tienen actividad y son capaces de dañar nuestros propios glóbulos rojos.
Se realizan los estudios inmunohematológicos para determinar si existen anticuerpos antieritrocitarios en un paciente, estudiar su especificidad (contra qué sustancia actúan) y valorar su importancia clínica (repercusión para los pacientes).
Las tres situaciones frecuentes por las que se realizan estudios inmunohematológicos son:
- Mujer embarazada: A las mujeres embarazadas se le solicita de rutina una prueba (test de Coombs indirecto o escrutinio de anticuerpos irregulares) para verificar que no tengan anticuerpos antieritrocitarios con capacidad de producir anemia en el recién nacido. Si dicha prueba diera positiva es cuando se solicita un estudio inmunohematológico para estudiar el anticuerpo, pero sobre todo para conocer la posibles repercusiones en el recién nacido para prevenirlas o tratarlas.
- Paciente con anemia y sospecha de presencia de autoanticuerpos contra los glóbulos rojos.
- Paciente al que al realizarle pruebas pretransfusionales se ha detectado la presencia de estos anticuerpos antieritrocitarios.
Los estudios inmunohematológicos son imprescindibles para garantizar una transfusión segura en este tipo de pacientes que tienen auto o aloanticuerpos antieritrocitarios.