¿ Qué sabes de las Células madre y la medicina regenerativa ?

Dr. Mario Rodríguez Paíno
Hematólogo

Uno de los sueños de la humanidad desde siempre, ha sido superar la enfermedad y el reloj biológico que nos hace perecederos.

Fabricar tejidos, órganos e incluso un ser humano completo e inmortal están dentro de los argumentos de muchas historias de ficción desde hace ya mucho tiempo. Algunos dicen que la primera vez fue cuando Dios creó a Eva a partir de un tejido de Adán. Parece que cada vez estamos más cerca de que alguna de estas historias se convierta en realidad. ¿Pero realmente estamos cerca?

¿Qué son las células madre?

Las “células madre” (stem cells) son aquellas células del organismo que tienen dos capacidades características: Son capaces de autorrenovarse sin envejecer y son capaces de diferenciarse, es decir transformarse en células de cualquier tejido. Se identificaron primero en la médula ósea pero posteriormente parecen existir en muchos otros tejidos. También las encontramos en la grasa, en la sangre y en otros órganos como la piel, el corazón, etc.

 

Existen diferentes tipos según su capacidad de diferenciación. Las células totipotentes que forman parte del embrión en su primera etapa (7 a 10 días) y serían capaces de dar lugar a otro embrión o incluso  a un organismo completo. Las pluripotentes que se encuentran en el embrión en una etapa posterior y que podrían convertirse en cualquier célula o tejido, pero no en un nuevo embrión. Las multipotentes que se pueden diferenciar en diferentes tipos de células pero ya en una línea comprometida. Por ejemplo las células madre de la sangre podrían producir glóbulos rojos, leucocitos, plaquetas, pero no células musculares o células de la piel. Las células del embrión se denominan células madre embrionarias y las células madre multipotentes que encontramos en un individuo ya formado, serían células madre adultas. Cada vez hay más matices cuando se estudian las células madre porque se están encontrando células pluripotentes en la pulpa de los dientes y puede no ser necesario recurrir a los embriones para conseguirlas. También se está viendo que las células madre podrían ser reprogramadas y ampliar su capacidad de diferenciación. Realmente es un mundo cercano a la ciencia ficción.

¿Para que sirven ?

Su uso principal es la medicina regenerativa enfocada en la reparación, sustitución o regeneración de células, tejidos u órganos con el fin de restaurar las funciones perdidas por cualquier causa; desde defectos congénitos, traumatismos, enfermedades sobrevenidas o simplemente por el envejecimiento. En la actualidad, donde la enfermedad crónica lidera el sufrimiento de la humanidad, la población objetiva es inmensa. También se trabaja con células madre en investigación de medicamentos y en la creación de tejidos para poder investigar diferentes enfermedades en el laboratorio.

La principal fuente de células madre son las células madre adultas. Las células madre adultas hematopoyéticas se utilizan desde hace años en transplante de médula. Las células madre que provienen del mesodermo embrionario se denominan mesenquimales. Se encuentran en muchos tejidos, pero se pueden obtener con cierta facilidad de la médula ósea y de la grasa abdominal. Éstas células son las que actualmente se están utilizando con mayor frecuencia y tienen la capacidad de transformarse en hueso, cartílago, músculo, tejido conectivo y adipocitos.

¿En qué enfermedades se están utilizando?

Existen cerca de 50.000 publicaciones científicas que incluyen el término “células madre” en su título. Se está trabajando en enfermedades de la retina, en enfermedad de Parkinson, en la enfermedad de Huntington, en lesiones de la médula espinal, en esclerosis múltiple, en Alzheimer, en infarto de miocardio e insuficiencia cardiaca, en diabetes insulino dependiente, en la anemia de Fanconi, etc. En la mayoría de estas enfermedades los trabajos son preliminares.

En cambio, en otros campos, la aplicación a pacientes es ya una realidad. Entre ellos, el de la traumatología y ortopedia donde existe una de las patologías más prevalentes asociadas al envejecimiento que es la osteoartritis, donde miles de pacientes sufren dolor crónico en cadera y rodilla. En este área se han publicado diversos trabajos en los que se ha demostrado beneficio extrayendo células madre adultas mesenquimales de la médula ósea o del tejido adiposo, que se han expandido en el laboratorio hasta alcanzar un número suficiente de células para ser finalmente infundidas en las articulaciones. Este tratamiento, al precisar modificaciones realizadas en un laboratorio, se considera un medicamento y está sujeto a una regulación especial. Este tratamiento está empezando a acumular datos positivos aunque hasta el momento no hay evidencia científica suficiente para que se considere un tratamiento rutinario. Es decir que no es un tratamiento que vayamos a encontrar disponible en nuestro hospital de referencia. Mientras tanto este tratamiento es ofrecido por centros de referencia privados, que incluso han participado en los estudios, que ofrecen la versión “demostrada” de dicho tratamiento. En cambio, otros centros “simplifican” el proceso y ofrecen variantes sin evidencia científica suficiente, ni de eficacia ni de seguridad. En estos otros centros realizan una extracción de la grasa abdominal donde se supone que hay un número significativo de células madre, las concentran  y las inyectan en la articulación. Al no requerir manipulación ni expansión en un laboratorio externo no se considera un medicamento y por tanto no están sujetas a las estrictas directrices al respecto. Esta forma de trabajar se ha extendido sin que haya evidencia suficiente de su utilidad.

Otra patología donde se ha demostrado su utilidad es en los pacientes con enfermedad de Crohn y fístulas perianales. Un equipo con participación española publicaba en septiembre del año pasado los resultados de un ensayo clínico randomizado en el que se utilizan “células madre” obtenidas de tejido adiposo de donantes sanos que han sufrido un proceso de expansión en el laboratorio. Con este tratamiento se ha conseguido curar fístulas perianales complejas de estos pacientes en un número superior a la terapia convencional. Este estudio ha motivado la aprobación de dicho tratamiento que dejará de ser experimental para aplicarse de manera rutinaria en la práctica clínica.

Controversias sobre la utilización de células madre

El entusiasmo comprensible por el uso de las células madre no debe impedir ser consciente de las limitaciones actuales de dichos tratamientos y de los muchos aspectos controvertidos existentes. Siempre existirá el dilema ético por el uso de embriones humanos que son utilizados y posteriormente destruidos. Mucho más importante parece el dilema de clonar un ser humano para utilizar sus tejidos. Pero lo cierto que la tendencia a trabajar con células madre adultas hace que la controversia se dirija a otros aspectos. El principal de ellos es la falta de evidencia científica actual de muchos de estos tratamientos y sobre todo las dudas existentes sobre su seguridad. El 16 de marzo pasado se publicaba en el New England Journal of Medicine tres casos de ceguera por el uso de células madre para tratar la degeneración macular asociada a la edad. Existen también dudas sobre un posible potencial oncogénico. En un paciente con insuficiencia renal asociada a un lupus eritematoso sistémico se inyectaron células madre autólogas en los riñones que se asociaron con tumores angiomieloproliferativos que obligaron a la nefrectomía. Por último, los intereses económicos que desvirtúan su utilización en algunas patologías por utilizar métodos no validados o utilizar la situación de debilidad e indefensión de muchos pacientes para cometer un fraude en toda regla.

Pero, por encima de dichas dudas, existe la percepción que este inmenso campo de las células madre, de la ingeniería de tejidos y la medicina regenerativa, va a ser uno de los grandes avances en la historia de la medicina, como lo fueron en su momento, la asepsia, la anestesia, los antibióticos, los tratamiento oncológicos, etc.

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