Vacunas frente a la COVID-19 en pacientes Anticoagulados

Son muchos los pacientes anticoagulados que en estos días nos preguntan por las vacunas frente a la COVID-19 ya que diferentes medios han recogido que podrían estar contraindicadas en pacientes con tratamiento anticoagulante. Afortunadamente la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) ha publicado una nota en su página web haciendo una serie de aclaraciones que reproducimos a continuación:

  1. Las fichas de autorización de las vacunas NO contraindican su uso en personas con alteraciones de la coagulación.
  2. El texto que figura en la ficha de autorización de la vacuna BNT162b2 (conocida como la vacuna de Pfizer®-BioNTech®) para el Reino Unido, la primera que será empleada en España, indica que debe ser administrada en músculo deltoides en dos dosis separadas por 21 días, y no puede ser administrada por vía subcutánea. La única contraindicación para su uso es la hipersensibilidad al producto y, en cambio, acepta su empleo si los beneficios superan a los riesgos, en este caso de hematoma tras la punción.
  3. El beneficio de la vacunación en prevención del desarrollo de COVID-19 supera ampliamente los posibles riesgos en relación con la administración intramuscular de esta vacuna.
  4. Las mismas precauciones en los pacientes anticoagulados por la vía de administración intramuscular ya son conocidas desde hace tiempo para otras medicaciones y vacunas, como la de la gripe, que son administradas habitualmente con toda normalidad.
  5. Los pacientes CON TERAPIA ANTICOAGULANTE O AQUELLAS CON UN TRASTORNO HEMORRAGICO PUEDEN RECIBIR VACUNAS POR VIA INTRAMUSCULAR siguiendo las recomendaciones de precaución que ya se emplean con otras medicaciones y vacunas

    • En los pacientes anticoagulados con fármacos antivitamina K (como Sintrom® o Warfarina® ) o con anticoagulantes de acción directa como dabigatrán (Pradaxa®), rivaroxabán (Xarelto®), apixabán (Eliquis®) o edoxabán (Lixiana®), no debe suspenderse el tratamiento para administrar la vacuna.
    • En los pacientes que están recibiendo fármacos antivitamina K, es conveniente confirmar que se encuentran dentro de su rango de INR objetivo al administrarse la vacuna.
    • En los pacientes en tratamiento con anticoagulantes orales de acción directa se debe de evitar el momento de pico máximo del fármaco al programar la vacunación.
    • En los pacientes con coagulopatías (por ejemplo: hemofilias) tampoco hay contraindicación para la administración de vacunas intramusculares, si ésta se realiza de forma cuidadosa bajo supervisión de sus centros de tratamiento.
    • Se recomienda la administración de la vacuna con aguja fina y presionar de forma continuada y fija sobre el punto de punción al menos 3 minutos.

En resumen, la SETH, considera que el hecho de que la administración de las vacunas frente a COVID-19 sea por vía intramuscular no supone una contraindicación al empleo de las mismas ni en los pacientes anticoagulados ni en los que tienen enfermedades de la hemostasia, ya que los beneficios superan ampliamente los riesgos del uso de la vía intramuscular.

Acceso a la publicación de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia

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